miércoles, 21 de agosto de 2013

Rarezas de la Naturaleza: Comidas


Escamoles



Los escamoles son larvas de hormigas, muy apreciadas en México. Considerada un manjar y una comida de lujo.También se les llama azcamolli, huigues o maicitos. Se comen de muchas maneras: fritas con mantequilla y epazote, en mixiote, en mole, en barbacoa, con huevo. Las hormigas escamoleras son sumamente agresivas, lo cual, junto con la dificultad para reproducirlas todo el año, dificulta su explotación y hace de los escamoles un plato muy caro. 

 

Tarántula Asada 




Se cazan las tarántulas en la selva y se colocan vivas en un fuego lento por varios minutos para quemar sus pelos urticantes y el propio cocimiento de su carne, una vez cocinadas se sirven en plato con alguna salsa listas para ser comidas, quienes las han probado aseguran que saben mejor de lo que se ven.


Fugo o pez globo




Su preparación requiere sumo cuidado y por supuesto más de 5 años de entrenamiento ya que este pez es terriblemente venenoso porque contiene tetratoxina un veneno mortal, y quién no sepa prepararlo puede provocar el envenenamiento de la persona que lo consuma y posiblemente su muerte. 


 


Saltamontes o Chapulines



Es una comida típica de México y un platillo exótico, cargados con muchas más proteínas que un pedazo de carne estos animalitos se comen asados con limón y acompañados de salsa verde o roja, en una tostada o una tortilla, inclusive se preparan ricos postres como barras de chocolate con chapulines en su interior.


Lutefisk 



El lutefisk se hace a base de bacalao, preparado con sosa. Durante cinco o seis días es sumergido el pescado en agua fría. Después se sumerge en una solución de agua fría y sosa durante dos días más. El pescado aumenta de tamaño durante esta inmersión, superando incluso al del pescado original, pero el contenido proteico baja en más del 50%, causando su famosa consistencia gelatinosa. Cuando termina este tratamiento, el pescado que esta saturado con sosa ha adquirido un pH de 11-12 y por tanto es altamente corrosivo. Para hacerlo comestible se necesita un último tratamiento de otros cuatro a seis días de inmersión en agua fría que se cambia a diario. Entonces, el lutefisk está preparado para cocinarlo. Tras la preparación, se satura de agua el lutefisk y por tanto debe cocinarse con cuidado para que no se destroce. No necesita más agua para la cocción; basta ponerlo en una sartén, salarlo, sellar bien la sartén y dejarlo cocinar al vapor a fuego muy lento durante 20-25 minutos. Al cocinar y comer lutefisk, es importante limpiar sus restos de la sartén, platos y los utensilios inmediatamente. Si se deja endurecer es casi imposible de eliminar y suficiente para disolver la cubertería de plata.

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